En 2011 los habitantes de la comunidad p'urhépecha de Cherán, en el estado mexicano de Michoacán, se armaron para contener la violencia desplegada por el narcotráfico como tecnología de acumulación capitalista y de parálisis social. Con esta acción contravinieron el "Estado de derecho" y de facto y cuestionaron la democracia delegativa en el país, dando paso a un ejercicio de autogestión indígena.