En un momento en que Venezuela se modernizaba con suma rapidez, el poeta Juan Liscano (1915-2001) reivindicó en su obra un orden conservador garante de la identidad nacional. Se analizan aquí sus tres primeros poemarios: 8 poemas (1939), Contienda (1942) y Del alba al alba (1943). En ellos la oposición a la modernidad tomó la forma de un enfrentamiento simbólico contra el tiempo y concluyó en un ejercicio de autocrítica que puso en cuestión la caracterización mesiánica del hablante lírico y la capacidad del discurso poético para intervenir en el orden de lo real.
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